Antonio López: “48 años funcionando para las figuras del toreo"
Antonio López, sastre de toreros, Casa Fermín
En 1963, Fermín López fundó, en la calle Aduna, lo que hoy sería la Sastrería de Toreros más famosa de España: Fermín. En la actualidad la dirige su hermano Antonio. El tuvo la deferencia de conversar y abrir las puertas de su taller para Puerta de Cuadrillas.
Puerta de Cuadrillas. Antonio, ¿Cómo surgió la Sastrería Fermín'
Antonio López. Toda nuestra familia ha vivido de este mundo. Nuestras tías han sido bordadoras, nuestra madre cordonera y bordadora, y mientras nosotros íbamos creciendo, íbamos jugando con los banquillos del bastidor. Eran tiempos difíciles, mis hermanos habían nacido antes de la guerra y después de ella se pasó mucha hambre. La gente no sabía por donde tirar. Entonces mi madre para atender las necesidades de la casa, tenía que trabajar hasta las tantas de la mañana y con eso las iba cubriendo. Luego mi hermano mediano, Fermín, aprende el oficio, funda la Casa Fermín, de allí el nombre de la sastrería. Es decir, somos una familia de artesanos dedicada única y exclusivamente al traje de luces y llevamos 48 años funcionando para las figuras del toreo.
PC. A su criterio, ¿Cuáles son las bases de la creación de un traje de luces'
AL. Bueno, lo primero que hay que tener es capacidad de artesano, además respeto hacia una profesión y dedicarse a ella. No se puede mirar el tiempo, la hora ni rentabilizarla. Es simplemente amar a una profesión. ¿Requisitos para ser sastre? Que le guste el mundo del toreo, la lentejuela, los brillos. No se debe dejar cegar por los brillos sino marcarse una meta para triunfar sobre lo que hay establecido. Muchas veces no es querer innovar sino de con perpetuar.
PC. Eso nos lleva a la siguiente pregunta, ¿Qué innovaciones ha realizado Fermín en el traje de luces'
AL. Los bordados se han cuidado un poquito para que no se estropeen. Se hicieron las entretelas para que se pudieran lavar. Las camisas antes eran almidonadas ahora son de tergal. Pero no es la casa en si, sino los tiempos que te van llevando hacia esas innovaciones. Tú tienes un criterio y el torero una personalidad propia. Por eso es tan importante el andar de un torero porque siempre tienes que buscar la apariencia, buscar crecer su figura lo más posible, sacar esa gracia. Para eso tienes que buscar el talle porque al torero siempre se le mirará de arriba hacia abajo. Visualmente no es lo mismo un artista de teatro que un torero, al artista de teatro se le mira en un escenario que está por encima de la mirada del público. Son perspectivas totalmente distintas y el profesional que sabe un poquito tiene que ir jugando con la visualización.
PC ¿Usted es partidario de las innovaciones?
AL. El mundo del traje de luces no debe innovarse mucho. Primero porque se está representando una época y una historia por medio de la magia del arte de torear. Entonces las innovaciones deben ser pausadas, muy meditadas, porque la historia no se puede confundir, porque lo que estamos pasando es un comunicado a futuras generaciones que no saben quizá de que va pero sin embargo saben lo que es arte.
PC. Cuando viene un torero a su tienda viene con una idea o se le sugiere un determinado vestido o color.
AL. Ya tiene una idea. Ahora la Casa tiene la suficiente capacidad primero para escucharle y después siempre te dejan un sitio. Te dicen: ¿y a usted que le parece? Entonces das tu idea. Nunca imponer, imponer es algo absurdo.
PC. ¿Qué figura por ejemplo han pasado por la Casa Fermín'
AL. Muchísimas, recuerdas a Luis Miguel, El Viti, Palomo Linares, don Antonio Bienvenida, don Antonio Ordóñez, figuras que han sido claves en los años 59, 60. A Paco Camino, mejor dicho a la dinastía Camino porque tenía a su hermano Joaquín que era muy amigo nuestro. El llegar y decir nombres lo único que da es importancia pero una importancia relativa, porque siempre te olvidas de alguien pero para mí todos son importantes.
PC. ¿Entonces, quién fue el más exigente'
AL. Sin lugar a dudas Luis Miguel (Dominguín). Pero era exigente porque vivía en un mundo exigente. A él le exigen en la plaza, él exige al sastre, el sastre se exige a si mismo. Tú llegas al taller y estás exigiendo porque todo aquel que representa una marca o marca un estilo es exigente con él mismo y con todo lo que lo rodea.
PC. ¿Existe la moda en el traje de luces'
AL. La moda se fabrica en un momento dado. Quizá porque un personaje triunfa más o menos con un color. Como la dimensión es pequeña, porque el mundo del toro es pequeño, pues empieza a transmitirse y todos quieren ese color. ¿Por qué? Porque lo asocian al triunfo y todos buscan el triunfo por un lado o por otro.
PC. Le preguntaba el tema de la moda porque hace algunos años Pepín Liria, para la tradicional corrida goyesca del 2 de mayo, sacó un traje goyesco diseñado por Lorenzo Caprile.
AL. Es un momento importante puesto que la alta costura siempre ha querido introducirse en este mundo del toreo. Que me guste o no, eso no depende de mí. No puedo criticar a un compañero pero pienso que no lo vi tan torero como los que están hechos por sastres determinados a ello. Pero con la técnica que él tiene hizo mucho y lo que le costaría además del tiempo para hacerlo.
PC. ¿Entonces bienvenida la competencia?
AL. La competencia existe y además siempre es importante. Primero porque eso te exige el ser más, el buscar más, si no tuvieras competencia lo único que pasaría es que vivirías un poco dormido. Por eso pienso que la mayor competencia que tiene el ser humano es el corazón.
PC. Tengo entendido que en la histórica tarde en que Joselito se encerró con seis toros en Las Ventas, el 2 de mayo de 1996, vistió un traje goyesco en oro confeccionado por usted.
AL. Para mí el traje goyesco en oro es una innovación. Hay que tener en cuenta que el traje goyesco sale de una época en la cual la España es negra. Por aquellos días sólo se conocía la pasamanería y Goya que no era un diseñador sino un pintor costumbrista pintaba a un torero con unos vestidos en los cuales iban adornados con unas cintas negras, por eso se le comenzó a llamar goyesco. Como lo es ahora con pasamanería sea en oro o negro y sí, efectivamente, el traje goyesco de Joselito fue confeccionado aquí en Fermín.
PC. Antonio, para ser figura del toreo además de saber torear también hay que saber vestir.
AL. Un torero lo primero que debe pensar es en ser torero. La vestimenta no es más ni menos que la envoltura de un bombón. Para mí el hábito no hace al monje pero si ayuda al monje a conocerle por el hábito. Lo más importante es saber torear, saberse comportar en la plaza, saber andar como torero y después se va poniendo el ropaje.
AL. Sí, no han sido tantos como los toreros mexicanos porque no han terminado de romper. Pero como tienen la mejor plaza, la más bonita, la de Acho, un museo preciosísimo, yo creo que la afición irá haciendo al torero que necesita. Pero así de momento recuerdo a Puga y a José Antonio García Miró, buen torero, que estuvo mucho tiempo aquí.
PC. ¿Conoce la plaza de Acho?
AL. Me encantaría. La “conozco” porque tengo muchos amigos peruanos pero no la he visitado la verdad. Con el trabajo que uno tiene es bastante, tienes que estar aquí y surtir a todo el mundo.
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